Serie de Publicaciones del Minor de Derecho Ambiental del Colegio de Jurisprudencia de la USFQ
¿LA NATURALEZA TE NECESITA O SU PROTECCIÓN ES CUESTIÓN DE SUPERVIVENCIA HUMANA?
En 2016 el tema de Naturaleza y el cambio
climático han tomado una relevancia entre todos los seres humanos porque se ha
despertado una conciencia que nos dice que si no actuamos ya, vamos a
desaparecer.
Desde hace 25 años la conciencia pro el cuidado del medio ambiente es creciente, pero increíblemente no hacia parte de las agendas gubernamentales. El petróleo y el carbón era la principal fuente energética, el consumismo galopante y la producción en serie era el indicador de éxito en la mayoría de países, mientras que la reforestación, la conservación de bosques y fuentes hídricas y la discusión de fuentes alternativas de energía estaban en los círculos científicos y fanáticos abrazadores de árboles.
Hablar del calentamiento global o de los carros
eléctricos era algo impensable y futurístico. Los ríos y los cielos eran pintados de azul por los
niños y no de café, los índices de contaminación del aire no sobrepasaban los
niveles alarmantes de ciudades como Mexico, Beijing o Nueva Delhi y el planeta
no enfrentaba los problemas de extinción masiva como los que tenemos en la
actualidad. La expansión urbana es creciente y para el 2050 tendremos al 70% de
la población mundial viviendo en ciudades con todos los problemas que eso
conlleva.
Programas
de limpieza de playas, reciclaje, reforestación, conservación de áreas,
descontaminación de ríos y control de emisiones que contaminan el aire hacen
parte de las agendas internacionales y de las ciudades más importantes del
planeta. El cuidado del ambiente es una política crucial cada vez más relevante.
En los dos últimos años se han aprobado instrumentos internacionales que marcan
las directrices para los próximos 30 años: los Objetivos de
Desarrollo Sostenible (aprobado por Naciones Unidas en Septiembre, 2015) 7 de
los 17 objetivos corresponden a temas ambientales; el Acuerdo de Paris para
combatir el cambio climático en Diciembre
2015, mientras que, la Nueva Agenda Urbana, aprobada en
Octubre 2016 durante Habitat III en Quito, recoge en varios capítulos la importancia de
considerar el cuidado ambiental, la eco-eficiencia, la utilización de energías renovables, el cambio en los
sistemas de producción y consumo y el combate contra el cambio climático como
parte de la planificación urbana y los procesos de urbanización y crecimiento
de las ciudades.
La conciencia “eco” ya no es una moda o
una tendencia, es una política pública internacional, nacional y local que debe
ir ciudadanizándose. Hoy muchos restaurantes evitan el uso de plásticos, menos
sorbetes, botellas y platos plásticos; empresas eco turísticas se abren cada día mas resolviendo la disyuntiva económica y
la conservación de los recursos naturales, comunidades están entendiendo que lo
sostenible es rentable mientras producen café, cacao de sombra mientras se
conservan los bosques; los productos orgánicos tienen cada vez más acogida en los mercados y
por los consumidores y la industria ha entendido que un buen desempeño
ambiental en sus procesos productivos hace más rentable a la empresa y baja el
nivel de contingencias legales por incumplimientos a la normativa ambiental y
posibles conflictos sociales con sus stakeholders y vecinos.
Ahora no solo el panel
intergubernamental científico de Naciones Unidas ha presentado durante los
últimos veinte años el incremento consistente de la temperatura del planeta. “Un dato destacado en el aumento de
probabilidad de riesgo, a tener en cuenta, es que la temperatura global del
planeta no para de crecer.” Según la Administración Oceanográfica y
Atmosférica Nacional (NOAA), y la NASA, el año 2015, fue el año más caluroso de la historia,
alcanzando la temperatura media superficial global en 1°C por encima del
promedio del siglo XX.
El
fracaso de la mitigación y adaptación al cambio climático encabeza
el Ranking de Riesgos Globales 2016 elaborado por el Foro Económico Mundial. Esta es la primera vez que los
riesgos ambientales lo encabeza el Informe Mundial de Riesgos desde la
primera edición del reporte en 2006. Asi, la mitigación y adaptación al cambio
climático resulta en 1º lugar en 2016, inclusive tiene un mayor impacto potencial que
las armas de destrucción masiva en
2º, la crisis de agua en 3º, la migración involuntaria a gran escala en 4º
y el aumento de la energía en 5º.
Los marcos normativos y de política pública deberían
ir adecuándose con la misma rapidez con lo que ocurre a nivel planetario. Y suponiendo
que esto sea así, el papel aguanta todo, y por más que contemos con un magnífico
marco regulatorio, la aplicación local ya depende de otros factores externos e
interconectados que hacen difícil el cumplimiento de esfuerzos aislados. Pensar globalmente y actuar localmente
no es solo un slogan sino una forma de vivir que debe aplicar a toda nuestra
forma de vivir. No gratuitamente las grandes naciones están haciendo esfuerzos
conjuntos y no aislados para enfrentar una de las más graves amenazas que ha
enfrentado el ser humano y el planeta.
Twitter: @veroniicaarias
Email: veronicaarias7@hotmail.com
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