lunes, 6 de febrero de 2017

Las Palabras del Derecho


"EMERGENTE Y EMERGENCIA"

Juan Pablo Aguilar Andrade

Luego del terremoto de abril de 2016 se estableció una “contribución solidaria sobre la remuneración”, a la que la ley calificó como “extraordinaria y emergente”, sin duda porque se afirmaba que la misma serviría para hacer frente a la situación de emergencia derivada del desastre natural.

En este caso, se utilizó la palabra emergente como sinónimo de emergencia y, al hacerlo, no se hizo sino repetir lo que escuchamos o leemos a diario en los medios de comunicación, o vemos con frecuencia en los más diversos espacios; cuando circulamos por algunas vías quiteñas, por ejemplo, solemos encontrarnos con un sistema que, en determinadas circunstancias, permite comunicar entre sí los carriles de una avenida, y que grandes letras identifican como “puertas emergentes”.

Aunque explicable, ésta no deja de ser una confusión, porque si bien emergencia y emergente son palabras con un ancestro común, tienen significados diferentes.

Mergo es el verbo latino que significa hundir o sumergir; para referirse a lo contrario, salir de algo, surgir o aparecer, se utilizaban palabras como emergo o emergere. De ahí viene la castellana emerger, que el diccionario define como “brotar, salir a la superficie del agua u otro líquido”. A partir de este verbo, el adjetivo emergente sirve para calificar a lo que emerge, ya no solo a lo que brota de un líquido, sino a todo lo que “nace, sale y tiene principio de otra cosa”.

A la acción o efecto de emerger llamamos emergencia, pero también usamos esta palabra para referirnos a un accidente que sobreviene o a una situación de peligro o desastre. Esto último proviene también de emerger, a partir del significado inicial que recoge el Diccionario de Autoridades de 1732 y que concebía la emergencia, no como cualquier accidente, sino como el que “nace o proviene de otra cosa más principal”, esto es, como aquél que sale, que emerge de algo.

La emergencia, accidente que sobreviene, era en un inicio accidente “provenido de otra cosa”, como decía el Diccionario de 1827.


Pero el parentesco entre emergencia y emerger, no autoriza a calificar como emergente lo que no brota de ninguna parte y es, simplemente, una medida o una situación de emergencia. La plata para pagar la famosa contribución solidaria podrá salir de nuestros bolsillos, pero el tributo como tal no emerge de ninguna parte; igual que las puertas municipales, que fueron colocadas en las vías pero no emergieron del pavimento.

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