Las Palabras del Derecho
"EMERGENTE Y EMERGENCIA"
Juan Pablo Aguilar Andrade
Luego del
terremoto de abril de 2016 se estableció una “contribución solidaria sobre la
remuneración”, a la que la ley calificó como “extraordinaria y emergente”, sin
duda porque se afirmaba que la misma serviría para hacer frente a la situación
de emergencia derivada del desastre natural.
En este caso, se
utilizó la palabra emergente como sinónimo de emergencia y, al hacerlo, no se
hizo sino repetir lo que escuchamos o leemos a diario en los medios de
comunicación, o vemos con frecuencia en los más diversos espacios; cuando
circulamos por algunas vías quiteñas, por ejemplo, solemos encontrarnos con un
sistema que, en determinadas circunstancias, permite comunicar entre sí los carriles
de una avenida, y que grandes letras identifican como “puertas emergentes”.
Aunque explicable,
ésta no deja de ser una confusión, porque si bien emergencia y emergente son
palabras con un ancestro común, tienen significados diferentes.
Mergo es el verbo
latino que significa hundir o sumergir; para referirse a lo contrario, salir de
algo, surgir o aparecer, se utilizaban palabras como emergo o emergere. De ahí
viene la castellana emerger, que el diccionario define como “brotar, salir a la
superficie del agua u otro líquido”. A partir de este verbo, el adjetivo
emergente sirve para calificar a lo que emerge, ya no solo a lo que brota de un
líquido, sino a todo lo que “nace, sale y tiene principio de otra cosa”.
A la acción o
efecto de emerger llamamos emergencia, pero también usamos esta palabra para
referirnos a un accidente que sobreviene o a una situación de peligro o
desastre. Esto último proviene también de emerger, a partir del significado
inicial que recoge el Diccionario de Autoridades de 1732 y que concebía la
emergencia, no como cualquier accidente, sino como el que “nace o proviene de
otra cosa más principal”, esto es, como aquél que sale, que emerge de algo.
La emergencia,
accidente que sobreviene, era en un inicio accidente “provenido de otra cosa”,
como decía el Diccionario de 1827.
Pero el parentesco
entre emergencia y emerger, no autoriza a calificar como emergente lo que no
brota de ninguna parte y es, simplemente, una medida o una situación de
emergencia. La plata para pagar la famosa contribución solidaria podrá salir de
nuestros bolsillos, pero el tributo como tal no emerge de ninguna parte; igual
que las puertas municipales, que fueron colocadas en las vías pero no
emergieron del pavimento.
0 comentarios :
Publicar un comentario